Los síntomas son variables pues dependen de cada persona y cada
situación; al comienzo suele ser, generalmente, súbito y caracterizado
por fiebre alta, postración, mialgia o dolor muscular severo, artralgias, dolor abdominal y cefalea.
En un lapso de una semana, aparece en todo el cuerpo una erupción,
frecuentemente hemorrágica. Las hemorragias se presentan generalmente
desde el tubo gastrointestinal, haciendo que el infectado sangre tanto por la boca como por el recto anal. La tasa de mortalidad es alta, alcanzando el 90% y los pacientes generalmente mueren por shock hipovolémico por la pérdida de sangre.
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