lunes, 15 de diciembre de 2014

Todo está permitido 1 Cor. 10, 23

Reflexión: 1 Corintios, 10-23

"Todo está permitido, dicen; pero no todo conviene. Todo está permitido, pero no todo edifica" 1 Corintios 10-23.

            Hermanos, lo primero que se debe resaltar es algo que ya probablemente todos ustedes saben: Dios, creó al hombre libre, pero una libertad condicionada.
            Cada quien es responsable de los actos que realiza, pero existe un código al cual todos debemos apegarnos, de lo contrario, existen graves consecuencias. Al código que me refiero es el decálogo, en otras palabras, los diez mandamientos; estos rigen la vida del hombre, señalando que se puede hacer y que no se debe hacer.
Es cierto que todo está permitido, pero lo malo es castigado y lo bueno es premiado. El castigo de lo malo es la muerte y el premio de nuestras buenas acciones, se nos paga con la vida eterna.
Las cosas que nos edifican, son las que nos dejan una enseñanza positiva; a través de estas, la humanidad, las sociedades, las familias y todas las organizaciones, fomentan la convivencia sana y la armonía entre los entes que convergen en un determinado grupo.
Como ejemplo de esto, podemos señalar: Los padres que fuman, no pueden decirle a sus hijos, “Hijo no fume, porque hace daño a la salud”. Se les olvida a los padres, que la mejor manera de edificar al hijo, es por medio del ejemplo.
Hermanos, Jesús mismo, señaló haciendo alusión a los Fariseos y Escribas de la ley. “hagan lo que ellos dicen, pero no los imiten”. Obviamente, Jesús dijo esto: porque las acciones de los fariseos y escribas, estaban muy lejos de lo que predicaban en las sinagogas.
Para afirmar lo dicho, leemos a Mt. 23, 2-3.
Oremos:
Señor, permíteme saber que debo hacer y que no debo hacer, ayúdame a edificar con mis ejemplos, ayúdame a ser por lo menos el reflejo de tu sombre, concédeme discernimiento entre lo bueno y lo malo, te lo pido en el nombre de Jesús amén.

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