Se entiende por formación
académica la que ofrecen las instituciones de Educación Superior: pre-grado,
grado y post-grado. La formación de grado es la Inicial y la permanente es
la de postgrado o de actualización que realizan los docentes. La formación
Inicial de los docentes es un período esencial para crear la nueva cultura, los
modelos de vivencia educativa y las claves para realizar una práctica llena de
sentido.
La formación capacita y
proporciona al profesorado las bases para construir nuevas concepciones y
realizar prácticas educativas con pleno valor axiológico y un enfoque
innovador. La formación ha de orientarse con una proyección creadora,
caracterizada por los siguientes aspectos:
Predicción, formando
a los maestros y estudiantes para un mundo diferente y globalizado, pero que ha
de ser anticipado y valorado como un proyecto posible y deseable.
Enraizamiento, que
obligue a partir de las experiencias personales y comunitarias de cada maestro
en las que se viva con la mayor identidad y satisfacción posibles.
Transformación, adquisición de actitudes de mejora permanente personal, social y cultural
que proponga las líneas configuradoras de una concepción y práctica educativa
permanentemente renovadas.
Compromiso, capacitarse
para sentirse partícipes de los problemas y necesidades de los estudiantes y la
sociedad que han de ser asumidos profesional y comunitariamente.
Indagación, que
aporte soluciones argumentadas a las tareas educativas, asumiendo la reflexión
rigurosa desde la práctica como una actividad básica del profesorado y una
línea de avance profesional.
Aprendizaje compartido con los estudiantes, colegas y comunidad educativa, ya que el
docente es la persona que asume la formación como la tarea de realización
personal y colaborativa.
Innovación fundamentada, la formación es una actividad de búsqueda y mejora continua
que proporciona avances fundamentados en los procesos y resultados de las
instituciones educativas, los estudiantes y los docentes.
La formación de maestros
del Nivel Básico no es sólo una preparación para realizar adecuada y
creadoramente la función docente; sino básicamente es una tarea plenificadora y
transformadora desde la que se requiere adquirir las bases conceptuales, las
competencias prácticas, el estilo de reflexión y las actitudes más favorables
para saber trabajar con grupos sociales en etapas madurativas de enorme
plasticidad y realidad emocional y mental.
Esta disposición de la Ley de Educación especifica
bien que los docentes del Sistema Educativo Dominicano, deben haber recibido
formación académica para poder entrar a la carrera docente. En la misma ley se
prevé que “los docentes en servicio que a la fecha de promulgación de la
presente ley no reúnan los requisitos mínimos de titulación tendrán un plazo no
mayor de 4 años para aprobar los estudios magisteriales correspondientes” (Ley
66-97, Art. 134).
De acuerdo con la
legislación educativa vigente en el país todos los docentes deben tener una
formación académica recibida en una institución de educación superior.
La formación académica de
los docentes de Lenguas Extranjeras del Nivel Básico, debe incluir las
competencias siguientes: conocimiento de inglés y francés; competencias
pedagógicas (habilidades didácticas, tutoría, técnicas de investigación);
conocimientos psicológicos y sociales (resolver conflictos, dinamizar grupos,
tratar la diversidad…); habilidades instrumentales y conocimientos de nuevos
lenguajes (tecnologías de la información y la comunicación, lenguajes
audiovisual e hipertextual); y características personales. Además de las
competencias anteriores son necesarias: madurez y seguridad, autoestima y
equilibrio emocional, empatía, buena dicción, facilidades de comunicación,
buena ortografía, fluidez en la expresión, capacidad para resolver problemas
dentro y fuera del aula. (INAFOCAM, 2004, p.68)
Las competencias
anteriores no agotan todas las que debe dominar un docente del Nivel Básico,
pero son las esenciales e indispensables para la enseñanza-aprendizaje de
lenguas extranjeras.
Se entiende por educación permanente, aquella que se imparte después que
el sujeto ha alcanzado un grado universitario. La educación permanente puede
ser: diplomado, maestría, post-grado, doctorado o cualquier curso de
especialización en cualquier rama del área de estudio, que en este caso es la
formación de los profesores de la escuela Juan Bosch del municipio de
Esperanza.
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