Metodología de enseñanza de Lengua Española

En la metodología, todas las competencias y los valores y las actitudes deben ser aprehendidos en un mismo proceso. “Por ejemplo en el proceso de lectura, el texto seleccionado debe encaminarse, en el desarrollo de la capacidad de lectura, a la adquisición de las estructuras lingüísticas, al manejo de los signos gráficos, al desarrollo de las operaciones intelectuales, al establecimiento de relaciones de sentido entre lo leído y el universo vivencial del lector, y al cultivo de los valores y actitudes necesarios al sujeto y la sociedad”. (SEEBAC, 1994, pp. 1-10).

Esto supone que las técnicas y los recursos deben favorecer la integración de los diferentes contenidos. Para desarrollar las competencias de Lengua Española la técnica principal es la comprensión y producción de textos orales y escritos.

Los recursos didácticos que se recomiendan para la enseñanza-aprendizaje de Lengua Española en el Nivel Medio, partiendo de los propósitos y las competencias que se deben enseñar, son los siguientes: periódicos, libros de textos, obras literarias, videos, grabaciones, Internet y diccionarios.

La enseñanza basada en las competencias asume como parte del proceso educativo un enfoque de la evaluación que incluye el diagnóstico inicial, la evaluación formativa, además de la sumativa y la autoevaluación. Para definir mejor estos aspectos, el currículo de media en el área de Lengua Española presenta los siguientes aspectos:

“Iniciar el ciclo en cada uno de sus grados evaluando las experiencias comunicativas de los alumnos, enfatizando la autonomía e iniciativa en el aprendizaje. Evaluar las competencias de modo integral vinculándolas a la capacidad de análisis, razonamiento e investigación y a la capacidad de comprender y aplicar procesos, valores y actitudes, procedimientos y normas”. (SEEBAC, 1995, p. 103).

El problema con lo descrito por la Antigua Secretaria de Educación Bellas Artes y Cultos, es que las deficiencias que arrastran una cantidad considerable de profesionales de la educación, no les permite poner en prácticas los procesos que han de cumplirse al inicio de cada año; y, esta problemática unida a la vagancia y la desmotivación en la que se encuentra el estudiantado, son elementos que hacen cuesta arriba la mejora de la calidad en la educación, y al final de cuentas se le carga el dado a la evaluación.