Existen muchas causas que inducen al fracaso escolar, entre las que se encuentran:
Causas
Físicas y sensoriales: la edad parece ser crítica alrededor de los 13 años. Es
a esta edad cuando los niños mejor dotados obtienen los resultados más bajos.
Sexuales: comparadas
con los niños mejor dotados, las mujeres parecen mostrar un mejor rendimiento.
Salud: la
salud tiene una influencia negativa en el rendimiento escolar. La
responsabilidad del tutor en relación a este aspecto, supone:
·
Observar los síntomas de enfermedad.
·
Ajustar la enseñanza a los niños con menor vitalidad
Temperamento: Estos son algunos de los elementos influyentes al
respecto:
·
Estabilidad
e inestabilidad emocional,
·
Ánimo
o depresión,
·
La fluidez; hay caracteres más fluidos y otros más
dispuestos al bloqueo,
·
La capacidad de concentración, de atención, la
voluntad,
·
La
velocidad psíquica,
·
La
seguridad personal.
Integridad
sensorial: la percepción es un elemento básico en todo el proceso cognoscitivo.
Causas
intelectuales y neurológicas
Se
ha considerado a la inteligencia el factor más importante de los que influyen
en los escolares. Existe pues, una correlación entre inteligencia y
rendimiento. Pero existen otros factores de rendimiento intelectual como la
atención que permite la concentración de fuerzas y la memoria, que es un
instrumento de primera importancia para el aprendizaje.
Causas afectivas y emocionales
·
La perseverancia en una tarea determinada
·
La pasión, que puede ser motivadora o por el
contrario, generar una sobreexitación contraproducente
·
El nivel de aspiración, porque la predisposición al
rendimiento puede estar determinada por la autoestima y la confianza en sí
mismo.
·
La
voluntad
Causas ambientales
Dentro
de las causas ajenas al individuo, se incluye el método, la desproporción de
los deberes impuestos fuera del horario escolar, la sobrecarga de trabajo, etc.
Otras
causas como la fatiga o el stress de las grandes ciudades, también podrían ser
consideradas.
Algunos
otros factores, se plantean como posibles hipótesis de causalidad: el ambiente
socioeconómico, el ambiente familiar y la dificultad del comportamiento de los
maestros.
Algunas investigaciones han estudiado el fracaso del superdotado, sujetos
que parecen presentar a veces rasgos de ansiedad o inseguridad como
consecuencia de las exigencias familiares.
Las personas adultas y el aprendizaje
Desde el punto de vista
biopsicosocial, adulta “es toda persona (hombre o mujer) que ha alcanzado la
madurez orgánica y psicológica, que ejerce derechos y cumple deberes y que en
lo económico, desarrolla actividades productivas, además, se considera adulta a
una persona de 14 años o más años, que no ha iniciado o no ha concluido la
educación básica”.[1]
Es importante, señalar que en la
Constitución Dominicana, proclamada el 26 de enero del año 2010, considera como
adulto a quien ha cumplido los 18 años de edad. Ahora bien, en términos
escoñares, es adulto quien ha cumplido 14 años de edad, sin haber concluido la
educación básica, puesto que, a esta edad se inicia la educación media, la cual
comprende los grado desde 1ero hasta 4to.
Para trabajar con personas adultas
es necesario tener ciertos conocimientos acerca de sus características biológicas, psicosociales y
sociales.
“Una persona entre 25 y 45 años tiene tan buena capacidad de aprender como la que tenia
entre los 20 y 25 años, mejor habilidad
que la que tenía entre los 15 y 20 años, y mucha mejor habilidad que la que
tenía entre los 5 y 15 años. Lo que en realidad va disminuyendo a medida
que avanza en edad son las habilidades de orden sensorial, es decir,
capacidades como la utilización del oído, la vista, las coordinaciones
musculares, la rapidez de reacción, etc. Sin embargo, la persona adulta cuenta
con unas capacidades favorables para el aprendizaje”.[2]
Existen algunos dichos populares que dicen “que burro viejo no aprende”,
pero ciertamente es eso un decir de las personas. Cabe destacar, el empeño y la
motivación que se le ponga a las cosas que desean hacen posible el logro de los
objetivos. Lo importante, es ponerle amor y dedicación, ya que, no existen
metas imposibles sino personas pesimistas.
A diferencia del niño o niña, la persona adulta tiene la capacidad de
comparar ideas, de relacionar coas, los hechos y los fenómenos, de emitir
juicios críticos y de desarrollar razonamientos lógicos. La persona adulta ha
logrado un nivel de madurez, tanto en lo físico como en lo psicológico, que
favorece su iniciación en el aprendizaje. Asimismo, la persona adulta posee una
mayor experiencia de diversa índole; ha adquirido una serie de conocimientos,
que ha aprendido en el medio en el que le ha tocado actuar (aritmética,
mecánica, cultivo, etc.).
Posee
además un avanzado dominio de las destrezas verbales, es decir, posee un
vocabulario más rico que el niño o la niña, el cual también ha adquirido en su
medio ambiente, por la comunicación con personas de otra cultura.
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