Monóxido
de Carbono (CO), es un gas inodoro e incoloro. Cuando se inhala, sus moléculas
ingresan al torrente sanguíneo, donde inhiben la distribución del oxígeno. En
bajas concentraciones produce mareos, jaqueca y fatiga, mientras que en
concentraciones mayores puede ser fatal.
Dióxido
de Carbono (CO2), es el principal gas causante del efecto invernadero. Se
origina a partir de la combustión de carbón, petróleo y gas natural. En estado
líquido o sólido produce quemaduras, congelación de tejidos y ceguera. La
inhalación es tóxica si se encuentra en altas concentraciones, pudiendo causar
incremento del ritmo respiratorio, desvanecimiento e incluso la muerte.
Clorofluorcarbonos
(CFC), son substancias químicas que se utilizan en gran cantidad en la
industria, en sistemas de refrigeración y aire acondicionado y en la
elaboración de bienes de consumo. Cuando son liberados en la atmósfera,
ascienden hasta la estratosfera. Una vez allí, los CFC producen reacciones
químicas que dan lugar a la reducción de la capa de ozono que protege la
superficie de la Tierra de los rayos solares.
Contaminantes
atmosféricos peligrosos (HAP), son compuestos químicos que afectan la salud y
el medio ambiente. Las emanaciones masivas pueden causar cáncer, malformaciones
congénitas, trastornos del sistema nervioso y hasta la muerte.
Plomo,
es un metal de alta toxicidad que ocasiona una diversidad de trastornos,
especialmente en niños pequeños. Puede afectar el sistema nervioso y causar problemas
digestivos. Ciertos productos químicos que contienen plomo son cancerígenos. El
plomo también ocasiona daños a la fauna y flora silvestres.
Ozono
(O3), este gas es una variedad de oxígeno, que a diferencia de éste,
contiene tres átomos de oxígeno en lugar de dos. El ozono de las
capas superiores de la atmósfera, donde se forma de manera espontánea,
constituye la llamada “capa de ozono”, la cual protege la tierra de la acción
de los rayos ultravioletas. Sin embargo, a nivel del suelo, el ozono es un
contaminante de alta toxicidad que afecta la salud, el medio ambiente, los
cultivos y una amplia diversidad de materiales naturales y sintéticos. El
ozono produce irritación del tracto respiratorio, dolor en el pecho, tos
persistente, incapacidad de respirar profundamente y un aumento de la
propensión a contraer infecciones pulmonares. A nivel de medio ambiente, es
perjudicial para los árboles y reduce la visibilidad.
Oxido
de nitrógeno (NOx), proviene de la combustión de la gasolina, el carbón y otros
combustibles. Es uno de las principales causas del smog y la lluvia ácida.
El primero se produce por la reacción de los óxidos de nitrógeno con compuestos
orgánicos volátiles. En altas concentraciones, el smog puede producir
dificultades respiratorias en las personas asmáticas, accesos de tos en los
niños y trastornos en general del sistema respiratorio. La lluvia ácida afecta
la vegetación y altera la composición química del agua de los lagos y ríos,
haciéndola potencialmente inhabitable para las bacterias, excepto para aquellas
que tienen tolerancia a los ácidos.
Partículas,
en esta categoría se incluye todo tipo de materia sólida en suspensión en forma
de humo, polvo y vapores. Además, de reducir la visibilidad y la cubierta del
suelo, la inhalación de estas partículas microscópicas, que se alojan en el
tejido pulmonar, es causante de diversas enfermedades respiratorias. Las
partículas en suspensión también son las principales causantes de la neblina,
la cual reduce la visibilidad.
Dióxido
de azufre (SO2), es un gas inodoro cuando se halla en bajas concentraciones,
pero en alta concentración despide un olor muy fuerte. Se produce por la
combustión de carbón, especialmente en usinas térmicas. También proviene de
ciertos procesos industriales, tales como la fabricación de papel y la
fundición de metales. Al igual que los óxidos de nitrógeno, el dióxido de
azufre es uno de los principales causantes del smog y la lluvia ácida. Está
estrechamente relacionado con el ácido sulfúrico, que es un ácido fuerte. Puede
causar daños en la vegetación y en los metales y ocasionar trastornos
pulmonares permanentes y problemas respiratorios
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