“Sabemos
que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que los aman, de los
llamados según su designio. A los que escogió de antemano los destinó a
reproducir la imagen de su hijo, de modo
que fuera el, el primogénito de muchos hermanos. A los que había destinado los
llamó, a los que llamó los hizo justos, a los que hizo justo los glorificó.
Teniendo en cuanta todo esto: ¿que podemos decir? Si Dios está de nuestra
parte, ¿Quién estará contra nosotros? El que no reservó a su hijo, sino que lo
entregó por nosotros, ¿Cómo no nos va regalar todo los demás con el? ¿Quién
acusará a los que Dios eligió? Si Dios absuelve, ¿Quién condenará? ¿Será acaso
Cristo Jesús, el que murió y después resucitó y está a la diestra de Dios y
suplica por nosotros?” Romanos, 8, 28-34
Hermanos y hermanas, seguimos
compartiendo algunos importantes momentos de las cartas paulinas, esta la carta
que pablo le envió a los romanos, donde Pablo le explica a los romanos sobre el
amor de Dios. Antes de entrar al tema, es justo reconocer la grandeza del
señor, pues hay que ser bastante letrado para concatenar las ideas de Pedro
sobre el amor de Dios por la humanidad.
En ocasiones, algunas personas se
atreven a decir que Dios es malo o que es injusto; y la verdad, cualquier
ignorante en la fe, cuando atraviesa por momentos difíciles, hasta lo aseguraría.
Sin embargo, Pablo le sale al frente a los vacilantes en la fe. Pablo dice: Si
Dios no reservó a su propio hijo de la muerte, sino que lo entregó por todos
nosotros, que no sería capaz de hacer por nosotros.
Pedro, además resalta que todos lo que
Dios llamó lo hizo justos y los glorificó, por tanto es aval de que Dios está
de nuestra parte. Hermanos y hermanas y si Dios esta con nosotros quien contra
nosotros; por tanto es el momento de poder nuestra confianza y nuestra
esperanza en Dios, y no en las cosas del mundo. No actuemos como el joven rico,
que se entristeció, porque tenia muchas riqueza y Jesús le pidió que vendiera todo lo que tenía y se lo diera a
los pobres, lo cual le afectó grandemente; y esto, porque el hombre que pone su
corazón en las cosas terrenales, termina siendo esclavo de ellas.
Recordemos, hermanos que Dios no se
contradice, la batalla de Dios es contra el pecado no contra nosotros, lo malo
es que el ´pecado esta en nosotros, y lo más delicado del caso es que existen
muchos que lo desconocen.
Pablo
cuestiona sobre ´´Quien condenarᨨ Dios o Jesús, realmente ninguno, pues quien
condena es el pecado, vivir libre de pecado es la única puerta abierta segura a
través podremos entrar en el reino de los cielos, así pues roguemos señor, que
nos ayude a vivir libre de las tentaciones del pecado.
Señor, padre bueno y eterno, te
ruego por tu gran misericordia, que libres de las garras del pecado y que me
libres tentaciones que conducen a el, por Jesucristo nuestro señor, amen.
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