La contaminación
lumínica se define “como la emisión de flujo luminoso de fuentes
artificiales nocturnas en intensidades, direcciones, rangos espectrales u
horarios innecesarios para la realización de las actividades previstas en la
zona en la que se instalan las luces”. (www.wikipedia.org.blogspot.com)
Un
ineficiente y mal diseñado alumbrado exterior, la utilización de proyectores
y cañones láser,
la inexistente regulación del horario de apagado de iluminaciones
publicitarias, monumentales u ornamentales, etc., generan este problema cada
vez más extendido.
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